Las siguientes preguntas te ayudan a reflexionar sobre el nivel de Conciencia Espiritual que tienes disponible en este momento.

La idea es que te puedas nutrir de tu espiritualidad y que eso te ayude a vivir una vida de plenitud, salud, abundancia y libertad.

¿Soy consciente de que la materia y el espíritu no se pueden separar? ¿Que vivo gracias a la energía que metabolizo del entorno y esa energía procede en su totalidad del espacio vacío? ¿Acepto la idea de que mi cuerpo está formado de energía?

¿Sé que la espiritualidad y la religión son cosas distintas? ¿Que todo el mundo posee una naturaleza espiritual, pero no todo el mundo es religioso o profesa rituales enmarcados en tradiciones concretas?

¿Me reconozco en mi naturaleza trascendente? ¿Comprendo que mi individualidad o EGO (cuerpo, emociones y mente) es solo el vehículo físico que utiliza temporalmente mi alma, para experimentarse a sí misma a través de la materia? ¿Acepto mi naturaleza trascendente, vivo con humildad, sabiendo que formo parte de una realidad multidimensional?

Acepto que la muerte es solo un tránsito y una liberación de las “ataduras” que experimenta el alma en la dimensión física de la realidad? ¿Me pregunto sobre mi muerte? ¿No le tengo miedo a morir, puedo acompañar a otros en su tránsito?

¿Soy consciente de la existencia de mi alma? ¿Recibo sus mensajes a través de la intuición y las emociones perturbadoras? ¿Me comunico con ella mediante la imaginación?

¿Soy consciente de la existencia del espíritu? ¿Dejo que mi alma se refresque con el poder del espíritu? ¿Experimento el arte, la naturaleza, la sanación, el sexo, el deporte o, en general, cualquier manifestación que respete y expanda la vida, desde la alegría?

¿Reconozco el poder de la intención? ¿Soy capaz de sostener una intención positiva (la que me une a los demás y a mi propia esencia), aun cuando siento el impulso de moverme en la dirección contraria?

¿Acepto el poder de sanación que tiene el espíritu? ¿Permito que las energías que vibran en frecuencias elevadas, se precipiten sobre mi estructura física y la restablezcan?

¿Admito la presencia de entidades o seres que vibran en distintas dimensiones de realidad? ¿Experimento la presencia de altos y bajos astrales? ¿Soy consciente de la responsabilidad que entraña relacionarme con este tipo de energías?

¿Soy consciente de que todo sucede por una causa? ¿Sé que soy responsable de atraer lo que experimento? ¿Estoy atento/a, a las señales que me presenta la vida? ¿Experimento la sincronicidad como una sucesión de acontecimientos de carácter mágico (incomprensibles para la razón)? ¿Confío en la vida y me dejo guiar por ella?

¿Sé que, a la hora de percibir y actuar sobre la realidad, la neutralidad es la posición más saludable y equilibrada? ¿Que ser neutro no implica pasividad o indiferencia, sino respeto por el proceso que pueda estar experimentando el otro?

¿Acepto que el universo en el que vivo está regido por la ley del libre albedrío? ¿Comprendo que el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, lo normal… son solo convenciones humanas?

¿Comprendo que en la Tierra el viaje espiritual es una “danza” que densifica la luz e ilumina la materia? ¿Que densificar la luz significa sanar el karma; y, que se corresponde con mi misión personal de vida? ¿Que iluminar la materia significa crear cosas que otras personas puedan utilizar para su proceso evolutivo; y, que se corresponde con mi misión colectiva de vida?

¿Admito que la Tierra es un ser vivo del cual yo formo parte y que estoy aquí para servirla en su camino evolutivo? ¿Y que solo estableciendo un pacto sagrado con ella podré beneficiarme de los dones que la vida me tiene reservado?