Es la capacidad de concretar resultados, superando unos estándares de calidad y rendimiento previamente definidos.

Incluye la capacidad de reacción frente a dificultades o urgencias, a fin de atender las necesidades de los clientes, mejorar a la organización o adelantarse a la competencia.

• ¿Te fijas metas ambiciosas y te esfuerzas por lograrlas?

• ¿Das tu mejor esfuerzo para maximizar la calidad de tu trabajo y aportas valor creciente a la organización en la que trabajas?

• ¿Dispones de la energía y la motivación necesarias para lograr tus objetivos?

• ¿Haces cambios personales para incrementar tu rendimiento?

• Trabajas sobre ti mismo. Cuidas tu salud física. Te haces responsable de tus emociones negativas. Evitas la autocrítica destructiva y no culpabilizas a los demás por tus estados de ánimo. Te muestras optimista y positivo, incluso cuando estás pasando por una situación difícil. Eres perseverante.

• Gestionas relaciones. Dedicas un tiempo considerable a gestionar las relaciones con compañeros, jefes, subordinados, clientes, proveedores… Evitas juzgar a los demás por su comportamiento. Diferencias con claridad lo personal de lo profesional.

• Desarrollas oportunidades de mejora. Reflexionas sobre nuevas posibilidades de hacer las cosas y creas nuevas metodologías. Deliberas sobre nuevos productos o servicios que incrementen el valor percibido por los clientes. Aprovechas las ocasiones favorables cuando se presentan. Asumes riesgos calculados.

• Planificas. Estableces un puente entre el ahora y el después, entre el corto y el largo plazo. Proyectas tus objetivos en el tiempo, para mejorar la gestion diaria y estratégica. Y creas indicadores para analizar periódicamente los resultados.

• Estableces estándares de rendimiento. Analizas la relación coste/beneficio. Comparas tu rendimiento actual con el pasado, te marcas metas personales, te propones realizar cosas inéditas (nunca antes realizas) o estableces medidas objetivas.

1. Consigues lo que te propones, en plazo, forma y calidad.

2. Incrementas la calidad de tus productos y servicios.

3. Creas estándares de rendimiento, ajustados a la realidad de los hechos.

4. Mejoras tu salud física, emocional y mental.

5. Creas oportunidades nuevas y las aprovechas.