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CONTROL MENTAL

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competencia

CONTROL MENTAL

Área: El Poder de la Mente

Definición

Capacidad para dominar la mente y lograr que haga exactamente lo que uno desea.

Preguntas Clave

  • ¿Te descubres con frecuencia emitiendo juicios de valor sobre otras personas o sobre las circunstancias que te rodean?
  • ¿Sueles criticarte a ti mismo?
  • ¿Sueles concentrar tu mente en una sola cosas durante al menos 20 minutos?
  • ¿Reflexionas con regularidad sobre aquello que es importante para ti?
  • ¿Elaboras pensamientos positivos de forma regular e intencionada?
  • ¿Eres capaz de observar tu propia mente?

Acciones o comportamientos asociados

  • Observas tu mente y las ideas que tienes en el momento presente. Una parte de tu conciencia está siempre puesta en tu mente. No te identificas con tus ideas y no te dejas arrastrar por los agregados mentales que hay en tu entorno. 
  • Sostienes una intención positiva. Aún sintiendo el impulso de moverte en la dirección contraria.
  • Preguntas a los demás por sus intenciones. Cuando alguien te interrumpe, te incomoda, proyecta su negatividad sobre ti, etc., le preguntas por sus intenciones con el propósito de mejorar la relación. 
  • Revisas sistemáticamente la intención con la que haces las cosas. Antes de iniciar una acción te preguntas por tu intencionalidad y revisas la actitud o el sentimiento que la precede.
  • Mantienes la concentración. Te entrenas para poner tu atención en un objeto o idea y cuando te dispersas vuelves sobre ella con determinación.
  • Estableces un diálogo positivo contigo mismo. Cuando te encuentras mal observas la emoción perturbadora, respiras con calma, relajas la mente y hablas con esa parte de ti mismo que se encuentra herida.
  • Sugieres y realizas preguntas inteligentes. En una conversación no te empeñas en tener razón.
  • Reflexionas sobre las virtudes que deseas incorporar a tu personalidad. Creas argumentos irrebatibles sobre su utilidad

Resultados, éxitos esperados

  1. La mente comienza a hacer lo que tú deseas y permanece estable.
  2. Ganas en concentración, mejoras la intención que pones en lo que haces y diriges la acción con espontaneidad y autodeterminación.
  3. Disciernes mejor lo que es valioso de lo que no lo es.
  4. Eliminas las ideas infecciosas (la rumiación se acaba) e incorporas con firmeza a tu personalidad las que son útiles (ya no dudas de ellas).
  5. La intuición y la razón trabajan en equipo y lo hacen guiadas por el cuerpo y el ser superior.
  6. Ganas equilibrio y confianza en ti mismo.
  7. Tus decisiones son ecuánimes, es decir, están alineadas con el alma y, al mismo tiempo, tienen visos de realidad.
  8. Ahorras mucha energía y dejas de agotarte innecesariamente.
  9. Tienes más espacio para imaginar lo que quieres ser y comienzas a crear la realidad que deseas atraer a tu vida.