Capacidad para planificar, convocar y dirigir una reunión de trabajo, de forma que se consigan resultados concretos y efectivos.

Habilidad para contribuir a la eficacia de una reunión.

• ¿Tus reuniones son productivas, es decir, son coherentes, están ordenadas, son ágiles y arrojan resultados concretos que pueden ser invertidos en sucesivas reuniones?

• Planificas tus reuniones. Convocas a la gente pertinente. Preparas el material necesario con antelación. Decides qué tipo de reunión es más adecuada para los fines que se persiguen.

• Convocas la reunión. Lo haces con suficiente antelación para que los asistentes puedan hacer cambios en sus agendas. Haces un recordatorio y explicas el tema, los objetivos, el orden del día, la fecha y hora, el lugar, la lista de participantes.

• Asignas roles. Decides de mutuo acuerdo quién será el secretario, qué expertos acudirán y quién será el moderador.

•  Diriges la reunión. Escuchas y preguntar a los asistentes, exiges conclusiones y líneas concretas de acción, motivas a las personas para que participen, desenmascaras saboteadores, dinamizas los temas para ganar agilidad, clarificas situaciones confusas…

• Concretas resultados. Te encargas de resumir los acuerdos alcanzados. Distribuyes responsabilidades y diseñas líneas de acción.

1. Consigues resultados concretos que pueden ser invertidos en sucesivas reuniones.

2. Ahorras costes. Evitas pérdidas de tiempo, esfuerzos improductivos, desplazamientos innecesarios y gastos monetarios inútiles.

3. Mejoras la planificación estratégica y periódica.

4. Mejoras el clima laboral y la sensación de que “las cosas funcionan”.