Habilidad para integrar la realidad espiritual en la vida cotidiana.

• ¿Haces cosas para conectar con el espíritu, refrescar el alma y recordarle su origen?

• ¿Mantienes un sano equilibrio entre el espíritu, el alma y el ego?

• ¿Eres consciente de que la emociones perturbadoras que experimentas son mensajes del alma, indicándote que algo en tu vida debe corregirse?

• ¿Eres consciente de que las intuiciones que tienes son mensajes del alma, indicándote el camino a seguir?

• ¿Utilizas la imaginación para hablar con tu alma?

• Entrenas tu mente. Utilizas la mente con maestría para mover la conciencia por las distintas dimensiones de tu personalidad.

• Te dejas guiar por la intuición. Percibes tus intuiciones como mensajes que te envía el alma, destinados a cumplir con tu misión personal de vida y actúas en consecuencia.

• Regulas tu estado de ánimo. Observas las emociones perturbadoras como mensajes que te envía el alma, indicándote que algo debe corregirse en tu vida y actúas en consecuencia.

• Entras periódicamente en el silencio. Regularmente detienes toda actividad y conectas con el ser para ordenar tus ideas, recibir información valiosa y depositar en la dimensión cuántica las semillas de tus próximas creaciones.

• Conectas con el espíritu. Regularmente acudes a conciertos de música, a la naturaleza, realizas actividades creativas... con el objetivo de refrescar el alma con la luz del espíritu y recordarle su origen amoroso.

• Te mueves por la vida de forma creativa. Eres conscientes de las fases que atraviesas en tu dinámica creadora: la expansiva, la contractiva y el vacío de la creación.

• Utilizas la imaginación para dialogar con tu alma. Haces un uso activo de la imaginación para, por un lado, dejar morir aquellos aspectos de tu personalidad que ya no te sirven para la vida y, por otro, para potenciar las experiencias por las que deseas transitar en la vida.

1. Realizas tu misión de vida con más facilidad, tus deseos se hacen realidad. 

2. Aumentas tu resistencia psíquica, emocional y física.

3. Aumenta tu sentido de responsabilidad y asumes nuevos desafíos.

4. Desarrollas las habilidades que necesitas para afrontar tus desafíos con garantías de éxito.